Definición
De acuerdo a la Fundación de Epilepsia de America (Epilepsy Foundation of America), la epilepsia es
una condición física que ocurre cuando hay un breve pero repentino cambio en el cerebro. Cuando las células cerebrales no
están funcionando bien, la conciencia, movimientos, o acciones de una persona pueden alterarse por un breve período de tiempo.
Estos cambios físicos se conocen como un ataque epiléptico.
Aunque algunas personas pueden experimentar un ataque, ésto no quiere decir que tienen epilepsia. Por
ejemplo, muchos niños pequeños pueden sufrir convulsiones como resultado de una fiebre alta. Estas convulsiones febriles constituyen
sólo un tipo de ataque. Otros tipos de ataques no clasificados como epilepsia incluyen los ataques precipitados por un desnivel
de los líquidos del cuerpo o por el abandono del hábito de drogas o alcohol. Un ataque único no quiere decir que la persona
tenga epilepsia.
Incidencia
En los Estados Unidos, hay más o menos dos millones de personas con epilepsia; y de los 125,000 casos
nuevos que son descubiertos cada año, casi la mitad de éstos son niños y adolescentes.
Características
Aunque los síntomas que aparecen abajo no son necesariamente indicativos de la epilepsia, es bueno
consultar a un médico si Ud. o algun miembro de su familia experimenta uno o más de éstos:
- Momentos de ausencia o períodos de confusión en cuanto a la memoria;
- Episodios de mirada fija o falta de atención, como si estuviera soñando despierto;
- Movimientos incontrolables de los brazos y piernas;
- Desmayo con incontinencia o seguido por fatiga excesiva; o
- Sonidos raros, percepción distorsionada, o inexplicables sentimientos de temor.
Los ataques pueden generalizarse, o sea que éstos pueden comprender todo el cerebro. Un tipo de ataque
generalizado consiste de convulsiones con una pérdida de conciencia. Otro tipo aparenta un breve período de mirada fija.
Los ataques son clasificados de parciales cuando las células que no están funcionando bien se limitan
a una parte del cerebro. Tales ataques parciales pueden causar períodos de "comportamiento automático" y conciencia alterada.
Típicamente, ésto puede significar un comportamiento que aparenta tener un propósito, tal como abotonarse la camisa, pero
que puede ser inconsciente y repetitivo, y que no se recuerda.
Implicaciones en la Educación
Los estudiantes con epilepsia o que son propensos a los ataques son elegibles para recibir servicios
de educación especial bajo el Acta para la Educación de los Individuos con Discapacidades (IDEA). La epilepsia se clasifica
como "impedimento a la salud" (other health impairment) y la escuela y los padres tienen que desarrollar un Programa Educativo
Individualizado ("Individualized Education Program," o IEP) a fin de especificar los servicios apropiados. Es posible que
algunos alumnos con epilepsia tengan además otras condiciones tales como problemas del aprendizaje.
Algunos ataques pueden interferir con las capacidades para el aprendizaje. Si el estudiante tiene el
tipo de ataque caracterizado por un breve período de mirada fija, él o ella posiblemente pierda parte de lo que diga el profesor.
Es importante que el profesor observe y documente esos episodios e informe a los padres y a la enfermera de la escuela.
Dependiendo del tipo de ataque o cuán seguido éstos ocurran, algunos niños pueden necesitar ayuda para
poder mantenerse al mismo nivel de los demás alumnos. Esta asistencia puede incluir adaptaciones en el estilo de instrucción
dentro de la sala de clases, instrucción para los profesores sobre cómo asistir al niño durante un ataque, y asesoría. Todo
esto deberá ser incluido en el Programa Educativo Individualizado (IEP).
Es importante que los profesores y personal de la escuela comprendan la condición del niño, los posibles
efectos de los medicamentos, y qué hacer en el caso de que el niño tenga un ataque en la escuela. La mayoría de los padres
encuentran que una conversación con los profesores al comienzo del año da buenos resultados. Aunque el niño tenga ataques
que son controlados mediante medicamentos, es mejor que el personal de la escuela esté informado sobre la condición del niño.
El personal de la escuela y la familia deben trabajar juntos para controlar la efectividad de los medicamentos
y cualquier efecto producido por éstos. Es importante avisarle al doctor si se nota algún cambio en las destrezas físicas
o intelectuales del niño. También pueden ocurrir problemas auditivos o en la percepción, por causa de cambios cerebrales.
Las observaciones escritas por parte de la familia y personal de la escuela podrán ayudar en futuras discusiones con el doctor
del niño.
Los niños y jóvenes con epilepsia deben también tratar con los aspectos psicológicos y sociales de
la condición. Esto incluye la manera en que el público percibe los ataques, el miedo de ocurrencias desconocidas, la pérdida
de control durante el ataque, y cumplimiento con los medicamentos. Para ayudar a los niños a sentirse más seguros de sí mismos
y para que éstos acepten el hecho de tener epilepsia, la escuela puede proveer, al personal y alumnos, un programa de educación
sobre la epilepsia, incluyendo cómo reconocer un ataque y primeros auxilios.
Los estudiantes pueden beneficiarse más cuando la familia y la escuela trabajan juntos. Hay muchos
materiales disponibles para las familias y profesores para que éstos puedan trabajar efectivamente como equipo.
http://www.epilepsyfoundation.org/contestacion/index.cfm