¿En qué consisten los problemas auditivos en los niños?
En los niños, los problemas auditivos pueden ser de diferentes tipos y tener muchas causas. En los Estados Unidos,
nacen anualmente de 1 a 3 niños por cada 1,000 con problemas auditivos. La mayoría de los niños sufre una pérdida leve temporal
de la audición cuando el oído medio se llena de líquido debido a alergias o resfriados. Algunas veces, debido a una infección
del oído, el líquido se queda en el oído medio y en ocasiones puede causar pérdida de la audición y retrasos en el habla.
Algunos niños pierden la audición de manera permanente. Esto puede variar de una sordera leve (el niño no oye tan bien como
usted) a una sordera total (el niño no oye nada).
¿Cuáles son algunos de los signos de los problemas auditivos?
Los signos y síntomas de los problemas auditivos son diferentes en cada niño. Si usted observa cualquiera de
los siguientes signos, llame al doctor o a la enfermera de su hijo: a los 3 ó 4
meses de edad, no se voltea para buscar el origen de un sonido; al año, todavía no dice
palabras sencillas como “papá” o “mamá”; voltea la cabeza cuando
puede ver a quien lo llama, pero no lo hace si usted solamente lo llama por su nombre; con frecuencia se piensa equivocadamente
que se trata de falta de atención o simplemente que el niño ignora a quien lo está llamando, pero puede ser el resultado de
una sordera parcial o total; oye unos sonidos, pero no otros.
¿Cuál es la causa de los problemas auditivos? ¿Pueden prevenirse?
Los problemas auditivos pueden ocurrir en cualquier momento de la vida, desde antes del nacimiento hasta la
edad adulta. Algunos bebés prematuros o con bajo peso al nacer o que hayan estado expuestos a infecciones intrauterinas
podrían tener problemas auditivos, pero éstos también pueden presentarse en bebés nacidos a término y con peso normal.
En el 50% de los bebés, los problemas auditivos se deben a factores genéticos; de hecho, es probable que algunos
miembros de la familia sean sordos. Algunas enfermedades, lesiones, ciertas medicinas y niveles elevados de ruido pueden causar
pérdida de la audición en niños y adultos.
Algunas causas se pueden prevenir, por ejemplo: las vacunas pueden prevenir ciertas infecciones, tales como
el sarampión y la meningitis (infección del líquido que rodea el cerebro y la médula espinal), que
pueden producir pérdida auditiva. Otra causa que puede prevenirse es un tipo de daño cerebral denominado kernicterus (o ictericia
nuclear), que es provocado por una fuerte ictericia. Esta afección puede prevenirse mediante la fototerapia (a base de luces
especiales) u otras terapias usadas para tratar a los bebés con ictericia antes de que salgan del hospital.
¿Qué puedo hacer si creo que mi hijo tiene problemas auditivos?
Hable con el médico o la enfermera de su hijo. Si usted, su doctor o cualquier otra persona que conoce bien
a su hijo piensa que el niño tiene problemas auditivos, pida que le hagan un examen de la audición tan pronto como sea posible.
Para que a su hijo le midan con exactitud los niveles de audición, visite a un audiólogo o a un doctor especializado
en oído, nariz y garganta, también llamado otorrinolaringólogo (o ENT, por sus siglas en inglés). Si su hijo tiene menos de
2 años de edad o no coopera durante el examen de la audición, se le puede hacer una prueba denominada respuesta auditiva evocada
del tronco del encéfalo (o BAER, por sus siglas en inglés). Esta prueba permite que el doctor examine la capacidad de audición
del niño sin tener que depender de la cooperación de éste. Este examen no lastimará a su bebé, es más, la mayoría de los bebés
duermen mientras se les practica el examen. Ésta es una prueba de rutina que se realiza en todos los bebés, en todos los estados.
Los problemas auditivos pueden afectar la capacidad del niño para desarrollar el habla, la adquisición del lenguaje
y las destrezas sociales. Mientras más pronto sean atendidos los niños sordos o con dificultad auditiva, más probabilidades
habrá de que desarrollen su máximo potencial en el habla, el lenguaje y las destrezas sociales. Su hijo puede recibir los
servicios pertinentes a través de la agencia local de intervención temprana o la escuela pública. Para averiguar con quién
hablar en su área, puede comunicarse con el Centro Nacional de Diseminación de Información para Niños con Discapacidades
(NICHCY por sus siglas en inglés) ya sea a través de la página web www.nichcy.org/states.htm. Además, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) también tienen
enlaces con información para las familias en la página web www.cdc.gov/ncbddd/ehdi.
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