a. El maestro es modelo de identificación: significa
esto que lo único que se puede enseñar es lo que el maestro mismo sea; si científico, podrá enseñar ciencia, si progresista
y moderno, podrá enseñar progreso y racionalidad, si apasionado y vital, podrá enseñar ideales, pero para llegar a ser modelo,
en el maestro, ha de primar el conócete a ti mismo.
b. El maestro es un humanista: es, ante todo, un especialista
en el hombre, para ello el aula ha de ser un aula de humanidad.
c. Ha de prepararse para las nuevas posibilidades históricas
de la escuela; pues la escuela ha dejado de ser el principal factor de socialización de los estudiantes.
d. Prepararse para asumir y producir en los alumnos la
nueva fuerza productiva: el conocimiento.
e. Promulgador de centros y ambientes de aprendizaje
especialmente dotados para que grupos de aprendices se apropien de manera más sistemática y creadora de los contenidos de
la ciencia y del arte.
f. En consonancia con los lineamientos; el maestro ha
de pensarse no simplemente como el especialista que domina una ciencia cualquiera, sino que además requiere comunicarse con
un grupo de estudiantes concretos, histórica y culturalmente determinados, por ello ha de reconocer los contextos.
g. Asumir la enseñanza por procesos.
h. Respetuoso del diálogo, pues es en él, en la discusión
de los diferentes puntos de vista, en la confrontación de las perspectivas y en la comprensión de las situaciones reales como
el estudiante comprende el mundo, a sí mismo y se forma a sí mismo como hombre, en la auto -responsabilidad, en la autonomía
y en la realidad. Pero antes de brindar la participación hay que construir las condiciones para ella.
i. Una persona capaz de abrir su mente a las nuevas tendencias:
- Tendencia a descentralizar la educación desvinculándola
del aula, del horario, del grupo fijo de estudiantes.
- Tendencia a sustituir la escuela técnica por la presencia
directa de los aprendices en los centros de producción.
- Tendencia a desmasificar la educación y a enfatizar
la individualización; permitiendo una flexibilidad curricular e incrementando el uso de multimedia.
- Tendencia a la creación de multicentros
de información cultural y cientificotécnica con guías en vez de maestros
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La identidad profesional e intelectual del
maestro no proviene del contenido específico de sus enseñanzas sino del objeto empírico sobre el que trabaja, así el compromiso
del maestro no es con la ciencia que enseña sino con la voluntad que forma. Reconozcamoslo, no es fácil llegar a ser maestro,
pero con paciencia, vocación, amor por lo que se hace y, sobre todo, comprensión de lo que se espera de él, el camino de lo
realizable llegará al camino que entiende Escobedo: “al sueño que dirige las acciones para que se hagan realidad”.
La formación del maestro, sin embargo, no es sólo el resultado espiritual sino sobre todo el proceso interior de permanente
desarrollo asumido conscientemente.